La alopecia frontal fibrosante es un tipo de alopecia cicatricial que se caracteriza por la pérdida de pelo bilateral y simétrico que afecta a la zona frontotemporal del cuero cabelludo.

Por lo general este tipo de alopecias se presenta en mujeres aproximadamente de 50 años de edad.

Cuando esta avanzada, el retraso del nacimiento del cabello deja una ancha banda de ausencia de pelo a modo de diadema, produciendo algunas veces una pérdida total o parcial en las cejas.

Este retroceso de la línea de implantación puede oscilar entre 3 y 8 cm, dejando un área de piel fina, pálida y brillante en la región frontotemporal, que puede estar exenta de orificios foliculares.

Aun no está clara su entidad nosológica, puesto que las biopsias muestran unas características similares de una enfermedad llamada liquen plano pilar, lo que está considerada una variante de localización.

Si bien es cierto, el tratamiento para este tipo de alopecias es difícil, pero se puede combinar corticoides intralesionales, finasterida y minoxidil.

Hay dos soluciones eficaces para este tipo de alopecias una vez tratada esta enfermedad.

El sistema de integración capilar es una alternativa con muchas ventajas, una de ellas te permite hacer tu vida normal, puesto que el sistema de integración está hecho a tu medida y es indetectable, además recuperas esa imagen deseada con un aspecto natural, ayudándote a mejorar tu calidad de vida y minimiza aspectos psicológicos negativos.

Un tratamiento quirúrgico como el microinjerto capilar, quizás pueda ser en el futuro una solución definitiva, ya que mediante esta técnica se logra habitualmente repoblar nuevamente las zonas afectadas aunque faltan muchos estudios por hacer que confirmen su validez en el caso de la alopecia frontal fibrosante.

Por tanto, el sistema de integraciónes la única técnica eficaz y definitiva con la que lograremos unos resultados óptimos.

El IMD (Instituto Médico Dermatológico) publicó un estudio médico sobre la alopecia frontal fibrosante en las mujeres, con comentarios a cargo de la Dra. Aurora Guerra-Tapia que incluye parte de las conclusiones comentadas en este artículo.